Ramon Agenjo fue el protagonista del último #DinarExperiènciaAIJEC que tuvo lugar el pasado jueves 24 de abril y donde los conceptos Barcelona y empresa fueron los protagonistas. Ante una cincuentena de jóvenes empresarios, el presidente de Barcelona Global elogió el papel de AIJEC como motor del movimiento empresarial joven e impulsor de iniciativas colectivas que nos ayudan a avanzar como sociedad.
El asociacionismo fue el eje vertebrador de su discurso, porque como dejó claro «si quieres llegar deprisa tienes que ir solo, pero si quieres llegar lejos debes hacerlo acompañado». De hecho, para el director de la Fundación Damm, consejero de Damm y presidente de Cacaolat, entre otros cargos, el asociacionismo es clave en la evolución de Cataluña y conector entre la AIJEC y la entidad que actualmente preside Agenjo.
Barcelona Global es una asociación privada, independiente y sin ánimo de lucro que se creó hace quince años para apoyar a directivos cuya principal labor es hacer de Barcelona una de las mejores ciudades del mundo para el talento de impacto y la actividad económica. Como fiel amante de Barcelona, Agenjo se declara fan incondicional de la ciudad, de sus oportunidades y de todo lo que representa. «Barcelona es espectacular y tenemos que saber disfrutarla y mostrarla en el mundo. Quien se aburre aquí es porque quiere», sentenció.
Una de las tareas de Barcelona Global es retener y captar talento y por eso el empresario tiene claro que hay que proteger a los emprendedores y ofrecerles ayudas. «Las sociedades que apuestan por el talento son 100% mejores en todos los casos».
El éxito de DAMM, protagonista de la charla
Agenjo es la cuarta generación de una compañía con 149 años de historia desde que su bisabuelo emigrara a Barcelona desde Alsacia huyendo de la guerra franco-prusiana. Cuando le preguntan cuál es el secreto del éxito de Damm explica que están muy orgullosos porque a la gente les gusta trabajar con ellos. «El secreto del éxito no es otro que el de trabajar mucho y mucho, y pensar mucho en las personas que trabajan en la compañía». El empresario interpeló a los asistentes para que escuchen a los trabajadores, saber qué dicen, qué opinan de las cosas de la compañía. «A veces también hay que saber copiar lo que hacen los demás y, sobre todo, adaptarse a los tiempos y cambios.»
Durante el encuentro organizado por AIJEC, Ramon Agenjo compartió un montón de anécdotas y consejos, tanto empresariales como de vida, que le han ayudado a dirigir una compañía centenaria que no tiene pérdidas, fomentar un club de fútbol de alta competición donde la base es la educación, y presidir una asociación que teje hilos.