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Javier Cottet: «Ser empresario se aprende, no es algo que se lleve al ADN»

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La actitud multiplica en una empresa. Con esta frase empezó su intervención en el Almuerzo de la Experiencia Javier Cottet, presidente del grupo Cottet. Frente a una treintena de jóvenes empresarios y empresarias, Cottet repasó su historia profesional, una historia ligada a la empresa familiar.

El empresario recordó sus inicios cuando pasó por todos los departamentos de la empresa, para conocer de primera mano cómo funcionaba el engranaje del negocio. En ese momento aprendí que el departamento de ventas es la verdadera clave del éxito de una empresa.

Mientras repasaba el legado familiar de su bisabuelo, fundador en 1092 de Cottet, de su abuelo y de sus hermanos, segunda generación al frente de la empresa, y de su padre, Javier Cottet nos fue acercando al día a día de una empresa que durante estos más de cien años las ha visto de todos los colores. Desde la expansión de la empresa, a la salida a Bolsa al cierre de su tienda insignia, Portal del Angel, la que fue durante muchos años la mayor óptica de Europa.

En la actualidad Cottet pone el foco en hacer un buen relevo generacional. «Hay que entender lo que es una empresa familiar». Su obsesión, reconoce, es que sus hijos sean buenos propietarios porque como dijo “ser empresario se aprende, no hay escuelas que enseñen, y tampoco creo que sea algo que se lleve al ADN”.

Cottet reivindicó durante su participación en los encuentros de AIJEC el papel del empresariado en la sociedad civil. “Barcelona es lo que es gracias a la sociedad civil y últimamente pecamos de omisión. Esto es un error”. El empresario compartió también algunos consejos con el tejido empresarial joven presente en el acto. Entre ellos, su regla de las 3 H. Humanidad, humildad y humor. Cottet cerró la charla recordando la importancia de las formas, como trabajadores, pero más aún como empresarios.